4 puntos clave para invertir con seguridad

4 puntos clave para invertir con seguridad

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Estamos a las puertas de la feria nacional más importante en nuestro sector: Graphispag.

 

Hace tiempo que oigo que las ferias no son como antes, se han reducido enormemente y ya no es posible ver maquinaria.

No les falta razón a todos los que piensan así, pero también es cierto que, como en todo lo que nos ha ido ocurriendo en nuestro sector y en la sociedad, hemos de adaptarnos al cambio que sufre el entorno.

El modo de compra ya no es el mismo, al igual que el modo de vender. Hoy en día la información a la que podemos acceder es inmediata, y parece absurdo tener que esperar a una feria para acceder a ella.

Montar maquinaria que tarda semanas en instalarse para unos pocos días de feria ya no es rentable, pero lo mas probable es que ya hayamos visto aquello que nos interesa directamente en la fábrica del proveedor, o en funcionamiento en otra imprenta, lo que aporta mayor valor todavía; así que ¿qué importancia tiene que ya no haya lo de antes, o que la feria sea más reducida?

 

Ahora, ir a una feria implica relacionarse, ver donde están las tendencias, captar ideas de negocio para implementarlas y ser más productivo, mas rentable y llevarnos ideas de futuro.

 

Muchas veces las visitas a una feria como Graphispag puede tener la finalidad de cerrar aquellas maquinas o software que tenemos pensado adquirir, pero queremos conocer cómo respira el sector y eso lo vemos en las ferias: espacios donde podemos encontrarnos con nuestro sector.

 

Cuando leáis este número es probable que Graphispag ya haya pasado y quizá corroboraréis la impresión que teníais que es una feria cada vez mas pequeña, o quizá os habéis sorprendido puesto que habéis podido potenciar los contactos, aprender de las charlas y obtener una visión diferente de la impresión gracias a las áreas creadas para ello.

En todo caso, lo que sí espero y me gustaría es que hubierais invertido en algo nuevo, en renovaros, o que, si no lo habéis hecho os haya abierto una ventana al estudio de una posible nueva inversión.

 

Después de esta introducción nos centraremos en el titular de la sección: ¿Qué nos hace falta para invertir con seguridad? Invertir con seguridad nos evoca a tener una barita mágica para poder prever las necesidades del mercado en un futuro, nuestras capacidades de venta y las capacidades de compra de nuestros clientes.

 

Ya habrán adivinado que eso no es así. Seguro que en algún momento han hecho una inversión y no ha salido como esperaban: esos retornos de inversión prometidos no se han cumplido: el mercado no quería ese producto, no podían pagarlo, y cuantas otras respuestas hemos encontrado a la pregunta de: ¿por qué esta inversión no ha funcionado como era de esperar?

 

En esta sección queremos dar los 4 puntos clave para asegurarnos una inversión segura, y podemos asegurar que si se siguen todos obtendremos los resultados esperados.

Nuestra experiencia en el sector han podido observar, detectar y trazabilizar las formas en las que las mismas inversiones resultan rentables en unas empresas y en otras no: el mercado es el mismo, la inversión es la misma, ¿qué cambia?.

 

Para asegurarnos una buena inversión hemos de seguir los siguientes 4 puntos clave:

  1. Hacer participe a todo el equipo

Es importantísimo hacer partícipe a todo el equipo de la nueva inversión adquirida, los motivos de su adquisición, su lugar en la empresa, el foco que se le debe hacer, la atención que se le debe dedicar…

El primer colectivo que ha de estar convencido del producto adquirido ha de ser el personal interno: a éste le llamaremos nuestro cliente interno.

Sin la convicción del clientes internos no podremos trasladar la potencialidad del producto a nuestros clientes finales, a los que adquieren nuestros servicios.

Sólo hace falta pasearse por un taller y oír los comentarios: “…desde que han puesto esta máquina que todo va mas lento, es que todo se centra en…, es que para el margen que da…”

Hemos de explicar y dar a conocer a todo el equipo y a todos los departamentos el motivo de la compra y la finalidad que tenemos pensada con esta adquisición para que todos trabajemos cómodamente con este nuevo elemento y nos sintamos identificados con él.

 

  1. Formación técnica a los operarios directos.

Personal cualificado por el proveedor de la máquina debe formar técnicamente a aquellos operarios que deban hacer uso diario de la inversión: parece una perogrullada, pero la formación es un apartado caro y uno de las primeras partidas que intentamos recortar.

Podemos gastarnos miles en un software, en una máquina, en un sistema o solución y cuando vemos los costes de formación parece que se nos remueva algo por dentro.

“Ya lo aprenderán, si con lo que he visto, parece fácil y mi gente es muy lista, ¿cómo van a estar 5 días de formación?…” ¿Nos suenan estos comentarios verdad?

Quizá incluso nos los hemos oído a nosotros mismos.

Nada mejor invertido que la formación especializada y de primera mano a los operarios que van a usar el producto.

Contacto con el especialista, oír y aprender de su experiencia, aprender a trabajar correctamente, aunque a menudo implique cambio de procesos o costumbres.

Invertir en una formación directa reduce drásticamente el tiempo necesario para llegar a ser productivos y eficientes. Pensamos en ser rentables y aquí tenemos uno de los pilares mas importantes.

 

  1. Formación transversal a todos los departamentos.

Si el resto del equipo no va a usar las nuevas adquisiciones, ¿por qué han de formarse en ellas?.

¿No han de vender los comerciales los beneficios de los nuevos equipos?, ¿No se han de preparar presupuestos con la nueva maquinaria?, ¿No se deberán adaptar diseños para el nuevo sistema de impresión?, ¿No se deberá poder imprimir a la calidad a la que me llegan ahora las formas impresoras? O los documentos, o….

Apuntar este apartado y tenerlo muy presente: el éxito para rentabilizar una inversión es formar sobre ella a todos los departamentos, realizar una formación transversal cubriendo los conocimientos necesarios en cada uno de ellos.

El departamento comercial ha de conocer las capacidades y excelencias del producto adquirido y aprender a traducirlas en beneficios para sus clientes para poder vender valor añadido. Para ello han de conocer las capacidades, prestaciones, posibilidades, costes y problemáticas.

Oficina técnica también ha de conocer las prestaciones, aunque no al nivel del operario.
Si sacamos planchas con mayor calidad, hemos de saber qué tienen para poder imprimirlas, si podemos imprimir mejor, más rápido o con acabados especiales, hemos de conocerlos para trabajarlos en pre-impresión, y así involucraríamos a todos los departamentos puesto que todos forman parte del proceso final de producción del trabajo.

Esta formación no hace falta que se realice bajo el paraguas del proveedor, pero sí es necesario que se realice por equipos formativos especializados y con conocimiento general del producto y del sector para poder dar la visión adaptada a cada departamento.

Este coste menor que se ha de añadir a toda inversión, es la que marca la diferencia entre aquellos que han rentabilizado sus equipos en tiempos planeados o aquellos que siguen quejándose al proveedor por no haber cumplido sus promesas.

 

  1. Paciencia.

Todo nuevo elemento que entra en nuestras vidas, ralentiza de forma inmediata aquello en lo que está involucrado, aun que su finalidad sea aumentar o agilizar los procesos, la producción, etc.

Quien mas quien menos ha pasado del teléfono móvil de teclas a un Smart-phone: un teléfono táctil, inteligente. Antes llamábamos a nuestros contactos con tocar 5 teclas, lo hacíamos rapidísimo puesto que lo teníamos por la mano. Llega la última tecnología, y entre que desbloqueamos el teléfono con el dibujo entre números, buscamos la pantalla de los contactos, y accedemos a los preferidos, pasa mas tiempo que antes, pero es nuestro juguete, no nos va la producción y tenemos paciencia para adaptarnos a ello. Adquirimos un nuevo coche y la marcha atrás no está donde antes, o el freno de mano, primero vamos mas despacio pero tenemos paciencia y lo disfrutamos, porque no producimos con ello, porque es algo nuestro, porque no tenemos la presión de la producción, del funcionar, de los mandos intermedios o los mandos superiores que supervisan cada paso.

Eso han de aprender los mandos y los operarios: paciencia.

Toda nueva implementación empezará con una reducción del tiempo de producción.

Si por dar presión al equipo hacemos que no se usen las nuevas soluciones, no podremos sacarles el rendimiento esperado. Si no sacamos el rendimiento no podremos rentabilizar y volveremos a culpar al proveedor y la cadena sigue.

Seguramente esto también nos resuena… espero que a partir de ahora actuemos para cambiarlo.

 

 

Estoy convencida que a partir de ahora podrán rentabilizar con éxito sus inversiones gracias a estos consejos. Son fruto del conocimiento directo, de haber visto implementaciones sin estructuración y sufrir los resultados y de ser partícipe de implementaciones de nuevas tecnologías con estas pautas y conseguir un mejor índice de rentabilidad: mismas soluciones, distintas formas de implementarlas.

Si lo duda: póngase en contacto conmigo (eugenia.alvarez@podium.graphics)

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